La comida de Whatsapp

Estás hablando con tus amigos por whatsapp. Quieres quedar para tomar un pote y comerte una croqueta. Genial. Voy a poner el iconito de las cervezas… tac… y ahora una croqueta… uy, pues no hay croqueta …a ver a ver… esto mismo, que se parece… tac… y pones esa bola marrón con un cuadradito abajo que no sabes lo que es pero que se parece a una croqueta y no hay nada mejor. ¿A cuántos les ha pasado lo mismo? Los iconos de whatsapp se basan en actitudes, alimentos y conceptos asiáticos en su mayor parte (si, en el caso de la comida están la hamburguesa, la pizza y las patatas fritas, que no falten, gracias, ejem, ejem) pero no existen cosas como una croqueta, un chuletón , un pintxo de tortilla o siquiera, una cuña de queso. Y claro, nos apañamos con lo que hay y usamos (mal) los iconos existentes.

Si te gustaría saber qué son esas comidas raras que no sabes identificar, este es tu post.

Todo lo que siempre quiso saber sobre esos iconos de comida raros de Whatsapp y nunca se atrevió a preguntar…

dangosPDangos

Una cosa lleva a otra de la forma más tonta. En este caso, del ganchillo pasé a la comida en un salto. ICONOS WHATSAPPA mí me gusta hacer ganchillo y puedo decir que además soy autodidacta, usando algún libro y videos o instrucciones de internet. La cosa es que había decidido aprender a hacer amigurumis, así que empecé con lo más sencillo que pude encontrar: un dango de ganchillo. Estas bolitas con ojos me parecieron una monada, pero lo que no se me había pasado por la cabeza es que fueran… comida. El dango es una brocheta de bolitas de harina de arroz (mochis). Y si lo miráis bien… sí, es uno de esos iconos de comida misteriosos de whatsapp (concretamente un hanami dango). La otra brocheta que aparece, después de buscar y buscar y buscar y buscar y buscar, me lleva a dos opciones. La primera, que es también un dango, pero de otro tipo que no he podido identificar (aun). La segunda, que representa una brocheta de carne/pescado/etc de las tantas que se consume en China o Japón.

onigirisPOnigiri

onigiriEstas bolas de arroz (que hasta ahora habían sido croquetas) son onigiris. Los onigiris o omusubis son precisamente eso, bolas de arroz mezclado con otros ingredientes. Son triangulares u ovalados, de diferentes colores y se envuelven, a veces, con una tira de alga nori. Se rellenan de diferentes alimentos salados o ácidos, como ume (ciruela china), salmón, katsuobushi (escamas de atún seco, con el calor se mueven, casi “bailan” impresiona bastante la primera vez que lo ves), tarako (huevas de pescado, normalmente abadejo) o kombu (alga muy salada). Es un alimento muy típico para llevar en Japón. Ojo. No es sushi, a pesar del parecido. Antiguamente era llamado “tonjiki” y ya en el siglo XI hay escritos que hablan de personas consumiendo bolas de arroz. En realidad es un buen método para comer, transportar y conservar arroz, por lo que no es extraño que surgiera ya antaño como alimento base.

bentoPBento

BENTO Esta bandeja de comida se llama bento. Bento es una comida que se toma fuera de casa en una caja. El bento es clásicamente una bandeja de madera lacada con comida variada para llevar en su interior: arroz y/o sushi, carne/pescado/marisco/huevos, verduras y fruta. De ser una comida muy sencilla a base de arroz pasó cada vez a ser más sofisticada y hoy día el concepto de Bento conlleva todo tipo de alimentos y hay diferentes tipos (nombres) según el contenido. En realidad, diréis, “un recipiente donde meter comida elaborada en casa para poder llevarla al trabajo, colegio, etc” no es ni más ni menos que una tartera o tupper. Exactamente o al menos a eso ha evolucionado o más bien, los dos conceptos han confluído. La diferencia es que en Japón las cajas Bento existen desde hace siglos, desde al menos el periodo Kamadura (1185-1333) donde se usaba para transportar el hoshi-ii (arroz cocinado y secado). Luego, en el periodo Azuchi-Momoyama (1568-1600) se empezaron a producir las cajas de madera lacada que representan típicamente el Bento, y se usaban para comer en el hanami (florecimiento de los cerezos) o en la fiesta del té, es decir, en ocasiones especiales. Más tarde, en el periodo Edo (1603-1867) fue cuando se extendió su uso y se volvió algo más sofisticado, creándose bentos para viajeros, más sencillos, como el koshibento (con varios onigiris envueltos en hojas de bambú) o el makuno-uchi bento (bento de entreactos, para ver entre los actos del Noh o el Kabuki, dos tipos de teatros clásicos japoneses). Pero fue a partir de la llegada del ferrocarril durante el periodo Meiji (1868-1912), cuando su uso se hizo popular y se creó el ekibento (bento de la estación de tren, porque el primero creen que se vendió en una estación de tren) y luego ya lo empezaron a usar alumnos, profesores y trabajadores.

Si se mira un poco en la red, hay toda una cultura impresionante alrededor del Bento (ya llegará aquí y si no al tiempo) desde hace años, en la que no se trata simplemente de tener un tupper guapo. Cada uno tiene sus diferentes propiedades, características y/o accesorios. Los hay con dibujitos y muñequitos (más infantiles), los hay sofisticados y elegantes (más tradicionales, de madera o plástico pero sobrias y con decoraciones clásicas japonesas), de plástico microondables, herméticos y fashion, o con formas de animales, frutas o matryoshkas. Incluso los hay eléctricos para calentar la comida. Y, por supuesto, los accesorios para comprar aparte (cubiertos, palillos, bolsas de tela o bolsas rígidas) también están disponibles. WOW.

narutoP2Kamaboko (narutomaki)

Narutomaki No es un dulce, está hecho de pescado y se llama kamaboko (y este concretamente, con la espiral rosa en medio, se llama narutomaki).remolino naruto Aquí, el surimi se limita a imitar pescados caros, como las angulas, las cigalas o el chatka de cangrejo, pero en Japón es un mundo (de hecho, la comida en Japón es un mundo, las grandes compañías que buscan ideas nuevas van a Japón a buscar inspiración, porque allí la innovación alimentaria es increíble). Los kamabokos son como nuestros palitos de pescado pero en grandes, y normalmente con forma de un medio-cilindro: se suelen cortar rodajas que se consumen frías y con salsas o en sopas y tallarines. El narutomaki es una variación, que representa los remolinos de Naruto, que se forman en el canal entre las ciudades de Tokushima y Naruto. Curiosa historia, ¿no?

ramenPRamen

ramen Esta sopa de fideos es ramen. top ramenCasi seguro que todos hemos visto (y comido) más de una vez esos paquetes con fideos, un sobre de polvo concentrado de sabor X y, a veces, un sobre de aceite con sabor X. Es una versión barata y rápida de ramen, que no es más que sopa de fideos. La versión más elaborada y casera lleva caldo casero de carne o pescado, diferentes salsas, fideos, carne o pescado, verduras huevos, etc (e incluso, huevo de los 100 años). La de la foto, sin duda, es la de bolsa.

odenPOden o chanko nabe

oden Este guiso podría ser oden o chanko nabe. En el icono de whatsapp aparece una cazuela parecida a la de esta foto de oden, con calor saliendo de ella, por lo que parece un guiso. He visto fotos de chanko nabe en la misma cazuela, por lo que podrían ser ambas. El oden es un plato de invierno, un estofado tradicional cuyos  ingredientes varían según la región: verduras (konjac y rábano blanco), huevos, pescado, caldo de salsa de soja, mostaza japonesa, miso o tofu. El chanko nabe por su parte es la comida de… ¡los luchadores de sumo! Así que uno ya se puede imaginar el contenido calórico del plato, porque la finalidad del guiso es ganar peso. Se trata de un plato super-proteico a base de un caldo de pollo o katsuobushi y carne de pollo, pescado, verduras y/o huevos (normalmente se elabora con todo lo que hay por la cocina). en las competiciones de sumo sólo se hace de pollo, porque un rikishi (luchador de sumo profesional) siempre se debe mantener en dos piernas como un pollo, no en cuatro.

nigiriPNigiris

nigiri Los nigiris creo que se ven bastante bien en los iconos, pero por si alguien no sabe aun lo que son o no los reconocía en el icono, lo he metido aquí. El nigiri es el representante más simple y sencillo del sushi. Típicamente consta de una bola de arroz glutinoso mezclada con vinagre de arroz y amasada dándole forma como de croqueta, encima de la cual de pone una porción de pescado crudo o sashimi, sin alga nori. Aunque también los hay con pescado cocinado (tataki) o incluso con foie, como ya comentaba en el post de La Madame). En la foto se ven nigiris de salmón aunque es muy típico el de atún rojo, delicioso y en peligro de extinción…

La foto de los remolinos de Naruto es de dominio público

La foto de Oden es de Bohnenhase bajo licencia CC BY-NC-SA 3.0

Las foto del Bento y del Onigiri son de Wikipedia Commons bajo licencia CC BY 2.0

La foto del Ramen es de kamknows bako licencia CC BY-NC-SA 2.0

Las foto del Dango, del Nigiri y del Kamaboko (narutomaki) son de wikipedia commons bajo licencia CC BY-SA 3.0

La faceta menos conocida de Paul

File:Paul Newman 1954.JPGY digo menos conocida al menos para mí. Dos de mis aficiones favoritas, cine y gastronomía, confluyen en este post de manera casual. Hace un tiempo colgaba un tweet hablando de algunas comidas que nos habían traído de Idaho y, para ilustrarlo, ponía la foto de unos peanut butter cups de la marca Newman´s Own. Y hoy, haciendo un curso llamado Science & Cooking, descubro el restaurante the Dressing Room. ¿Y qué tienen en común estas dos historias? Pues que el dueño de ambos, es decir, la marca Newman´s Own y el restaurante the Dressing Room, es (o era) el guapo y desaparecido Paul Newman. Parece que, además de un entusiasta de los coches y las carreras de coches, la comida también atrajo su atención, cosa poco conocida y que se menciona sólo de pasada en, por ejemplo, la Wikipedia.

La marca Newman´s Own tiene una sección de alimentación con diferentes productos 1381311883975(desde su aliños para ensaladas, que fue con los que empezó toda la historia, hasta pizzas, comidas preparadas, salsas, palomitas, cereales o bebidas), una de comida ecológica (organic food, como se le llama en inglés, con chocolates, snacks, comida para perros, vinagre, café, té, regaliz, diferentes tipos de galletas o caramelos) y además vinos. Algo interesante en esta ya de por sí curiosa historia es que los beneficios de estos productos se destinan a caridad. Merece la pena echar un vistazo a los enlaces para conocer la marca.

Por otro lado, el restaurante Dressing Room emplea comida local, artesanal y ecológica para sus menús. Como curiosidad, comentar que Bill Yosses, el encargado de las masas y postres de la Casa Blanca (si, efectivamente, un encargado de los postres y las masas, tal cual) que junto con la Primera Dama, el secretario social de la Casa Blanca y el jefe de personal , trabajan con el Chef ejecutivo de la Casa Blanca para preparar todos los menús oficiales o no oficiales de la Casa Blanca, trabajó en este restaurante antes de ocupar su actual puesto.

Como en este post hay tanto jugo para exprimir puede que ahonde en el tema más adelante. De momento dejo este como una pequeña introducción 🙂

La foto de Paul Newman es de dominio público

Come Lola come: Berlín (IV)

En este tercer día en Berlín llegamos al punto álgido del viaje: el auténtico “cebatín”, una bacanal, la gran comilona. Claro, con tanto comer “sólo” vimos dos barrios, Kreutzberg y Treptow, pero descubrimos más de un tesoro (y no sólo gastronómico). Empezamos el día, como no, con un buen desayuno con dulces y salados y mucho café.

Mercado turco, Cosmonautas y Burguermeister

Kreutzberg

sofiaPara recorrer el barrio de Kreutzberg, seguimos la guía de Lonely Planet: Berlín itinerarios que nos habían prestado y que en más de una ocasión nos vino muy bien para visitar lugares menos turísticos. Al ser martes, fuimos temprano al mercado turco de Maybachufer, que está todos los martes y viernes hasta las 6:30 de la tarde. cosmonautaLa verdad es que igual madrugamos demasiado, porque llegamos y lo estaban montando y cuando nos fuimos aun no habían abierto todos los puestos. Pero en fin, merece la pena ir a comprar especias (hay montones de tipos diferentes de curry por ejemplo) a buen precio y degustar dulces y platos turcos. Además hay frutas y verduras y telas de muchos colores. Después de hacernos con un buen alijo de especias (que hicieron que los bolsos olieran a comida todo el día) fuimos hacia el norte y empezamos a recorrer el barrio: pasamos por la pintura de El Cosmonauta y seguimos andando hasta que decidimos que necesitábamos parar a por gasolina. burguermeisterFuimos a uno de los bares que la guía comentaba, el Sofia “un café-bar muy acogedor, más bien hippie o kitsch, segun cómo se mire”. Ciertamente era un poco de todo eso, y, como no servían cervezas a esa hora (media mañana), pedimos más café y unos croissants. Seguimos andando y pasamos por varios sitios para comer que había visto en internet (Miss Saigon, Hühnerhaus,…) y como también había montones de pastelerías no lo aguantamos más burguermeister_cartay compramos varias cosas para almorzar, merendar o lo que fuera: un nussknacker (literalmente “cascanueces”, galleta redonda con toffee por encima, avellanas enteras encima y bañado parcialmente en chocolate), un pastel de almendra tipo polvorón con forma de C y bañado en chocolate, un trozo de bizcocho relleno de trufa y bañado en chocolate también y un bollo (sin chocolate). Impresionantes. Estos pasteles fueron cayendo a lo largo del día, en los muy escasos momentos en los que no estuvimos comiendo otra cosa. Acabábamos de salir con nuestros bollos y nos encontramos de morros con el Burguermeister, que había oído que daba unas hamburguesas estupendas. No era hora de comer, pero decidimos que como almuerzo era aceptable (qué bien nos autoconvencemos) y allí fuimos. No te puedes sentar, pero al menos estás caliente porque está cubierto. Pedimos “cheeseburguer” y “bar-b-q-burguer”, unas con queso y otras con bacon y salsa barbacoa (porque eran “ligeritas”). Después del almuerzo seguimos andando, mucho más felices.

Tesoros inmensos (unos ocultos y otros no tanto)

Zonas Treptow y Tempelhof

los gemelos

Para bajar el almuerzo, seguimos andando en dirección a Treptower Park, donde al parecer había un monumento soviético apenas anunciado.

De camino, vimos la pintura de Los Gemelos y nos topamos con un río completamente congelado (intentamos tirar piedras y romper la superficie, cosa que sólo se lograba tirando con MUCHA fuerza…vaya frío). piramide partidaAsí, llegamos al parque y nos desviamos hacia el monumento dedicado al Ejército Rojo. Llegamos a un arco y lo traspasamos. Sé que las construcciones soviéticas no son conocidas precisamente por ser pequeñas, pero lo que nos íbamos a encontrar superó con creces todo lo que pudiera esperarme. soldado1Al pasar el primer arco se veía una estatua de una mujer llorando a sus hijos caídos en la lucha, bastante grande, al fondo de un paseo. Yo, ilusa, pensé que eso sería todo el monumento (un arco, una estatua… bien) pero al llegar a la estatua giramos la cabeza hacia nuestra izquierda y se nos abrieron las bocas hasta tocar casi el esternón. Era i-m-p-r-e-s-i-o-n-a-n-t-e. Una especie de pirámide roja inmensa, partida en dos, con dos soldados arrodillados delante de cada uno franqueaban el paseo que se iniciaba y subía desde aquella plaza.

Pero eso no era todo. sarcofagosovietAl fondo se veía otra estatua, cuyo tamaño sólo se hacía evidente al llegar al centro de la pirámide partida. Entonces otro jardín abajo, rodeado de sarcófagos blancos (que al parecer guardaban los cadáveres de 7000 soldados), conducía a la descomunal estatua construída sobre una colina que representaba a un soldado soviético pisando varias cruces gamadas y que sostenía a un niño en un brazo y una espada en el otro. Realmente sobrecogedor. ¡Y apenas hablaban de él en las guías! monumentsovietY por otro lado le daban tanto bombo al decepcinante Check Point Charlie…no entendía nada. Al avanzar por entre los sarcófagos blancos, vimos como a los lados se representaban escenas de la guerra, y en las caras que daban al frente había citas de Stalin. Anduvimos por la zona un rato, y la verdad es que el sitio merece una visita porque, además de lo impresionante del monumento en sí, el lugar es bien bonito. WOW.

Salimos de allí pensando que habíamos encontrado un tesoro muy bien escondido. Y desde aquí comenzamos la tarde de los “monumentos descomunales”. Desde allí cogimos un tren y nos acercamos al aeropuerto de Tempelhof.  Ya desde el tren se veía que era grande, pero al bajar y entrar comprobamos cómo este aeropuerto tempelhofconstruído por Hitler se había reconvertido en un parque donde la gente hacía “snow” con parapentes pequeños y volaba cometas (y por poder, podría haber volado naves espaciales porque era gigantesco). Coincidió que estabamos muy cerca de Mustafas Gemuse, “el mejor kebab callejero de Berlín” (recomiendo ver la página que, aunque está en alemán, no tiene desperdicio 😉 ) y, aunque era media tarde, de nuevo creímos que merendar un buen kebab era más que razonable. Y aquí encontramos nuestro tesoro gastronómico. tempelhof2En el puesto había una cola bastante grande, pero pensamos que pasaría rápido. La verdad fue que esperamos casi 1 hora a que nos pusieran dos durum del tamaño de dos bazocas que comimos en el bar de al lado (VOGT´S) donde, amablemente, nos dejaron degustar los deliciosísimos tubos de carne con cebolla, champiñones, queso, pimientos, calabacín, tomate, lechuga, picante… Más tarde descubrimos que “gemuse” significa verdura y entonces entendimos todo. Lo que pedimos era “All-In” (sugerente nombre de guarrindongada). WOW. Lamento decir que de estas delicias no hay foto, pero la gula pudo más que el afán divulgativo. También comentar que al lado de Mustafa Gemuse se encuentra Curry 36, donde también había una buena cola y que debe ser uno de los mejores lugares para comer currywurst.

Y ya de noche… “sopita” para descansar un poco

Brunnenstrasse, zona límite Mitte y Prenzlauer Berg

Una buena maratón, con lo cual al anochecer estábamos cansados y pensamos en cenar algo cerca de casa. Dimos muchas vueltas, y al final justo debajo de casa había un sitio pequeñito al que no habíamos prestado atención (¡error!) antes: Joris. Era un local pequeñito y muy acogedor, con materiales de madera y otros reciclados mezclados con colores claros, se estaba muy agusto (y encima estábamso solos). Había un mostrador con verduras e ingredientes para echar en las patatas asadas (la especialidad al parecer) y las ensaladas. Como hacía frío preferíamos tomar algo calentito y desgraciadamente patatas no había, así que elegimos sopa (¡acierto!). Había dos tipos de sopa: gulash y sopa de remolacha.

El gulash estaba muy rico, es mas un guiso que una sopa, con trocitos pequeños de carne en una salsa de verduras especiadas. Y la sopa de remolacha, que tenía patata, cebolla y remolacha (creo) con un chorrete de nata en medio, era una cosa exquisita. Y enorme. Las sirvieron en unos tarros de cristal, así que nuestra cena ligera fue el broche de la perfecta bacanal. A partir de aquí, empachados.

NOTA

En este post hay una falta notable de fotos de comida y alimentos, y eso significa una cosa: todo lo que comimos aquel día estaba tan sumamente bueno, que se me olvidó por completo sacar fotos. Mejor recomendación no puedo hacer 😉 En el caso de la especias, es porque tengo una obsesión loca por adquirirlas, con lo cual me pasé media hora eligiendo y para cuando acabé había muchas caras hostiles mirándome… así que no hubo tiempo de fotografiar el puesto. Para compensar, estas son:

especiasturcas

Madras curry, especias para espaguetti y tandoori

Risotto-party de día gris

“Era un día lluvioso. Llegaron con la cesta de verduras acelgas, zanahorias, ajetes frescos y cebolletas a la cocina, y andaban más perdidos que un pulpo en un garaje sin saber dónde meterse . Mientras, un calabacín triste y solo suspiraba en la nevera. A lo lejos, en el congelador, unas gambas que habían sobrado de la clase de cocina, más tiesas que la mojama, se aburrían con sus frívolas conversaciones. Por otro lado, un caldo de puerros sabrosón estaba en su salsa pero un poco solo, así que decidió juntar a sus aburridos amigos en una fiesta arrocera para entrar en calor. El caldo sabrosón enseguida los puso a bailar y el risotto fue un éxito.”

risotto_ajetes

O cómo preparar un arroz con lo que se tiene por la cocina…

Ingredientes

En principio para este plato harán falta (4 personas):

  • 4-5 ajetes frescos
  • Un calabacín grande
  • 28 gambas (a poder ser frescas)
  • Arroz bomba (o redondo o especial para risotto)
  • Caldo de puerros (o calabaza)
  • Mantequilla
  • Queso rallado
  • Un poco de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen (aprox. 4 cucharadas)

En realidad las cantidades se pueden adaptar a lo que tengamos en la cocina. La cantidad de ajetes puede variar según el gusto además. En este caso, con 3 para freir y 2 para decorar hay de sobra (tienen que gustarte los ajetes), si se quiere poner menos (o más) se puede. Lo importante es dejar un poco para decorar. Por otro lado, el caldo de puerros es de lo que sobró el otro día de hacer una crema de puerros (siempre pongo más líquido para guardarlo y usarlo en otros platos), pero puede ser de lo que sobre de hacer otro puré o crema, o un caldo de pescado que se tenga por ahí. El queso a usar, idealmente sería parmesano rallado, pero con cualquier queso rallado vale también. Por último, en este caso se han empleado dos vasos de nocilla (es decir, dos vasos de volumen 100 ml) llenos casi hasta el borde de arroz (lo que son unos 280 g de arroz).

Preparación

La preparación es sencilla. Se cortan los ajetes en pequeños trocitos y se ponen a freir en aceite en una cazuela, dorándolos un poquito. Seguidamente, se añade el calabacín que habremos cortado previamente en cubitos pequeños. Se tiene todo unos minutos a fuego fuerte para que coja color, sin quemarlo. Entonces se añaden las gambas, que también se fríen un ratito hasta que dejen de ser transparentes. Se aparta del fuego la cazuela y se incorpora el arroz, al que se le dan unas vueltas para mezclar bien todo. Se vuelve a poner al fuego y se añade un chorrete de vino blanco. Se deja que el alcochol se evapore y se añaden 4 vasos, de los usados para el arroz, de caldo. Se pone a fuego medio-fuerte y se deja 10 minutos. Pasado ese tiempo se añadirán entre un vaso y dos de caldo (o agua, pero siempre será mejor caldo) y se dejará a fuego suave 5 minutos más (debe quedar caldoso, por eso la cantidad a añadir variará). Cuando pase ese tiempo, se deja reposar 5 minutos tapado con un trapo (limpio). Por último, se añaden la mantequilla y el queso hasta que la textura del arroz sea cremosa. Se corta el tallo de uno o dos ajetes en diagonal y se usan para decorar.

Y con este risotto, el día gris será un poco mejor 😉