Me regalaron este libro con un título súper-sugerente y desde el primer momento ya tenía ganas de devorarlo. Me encantó. Un bonito cómic escrito por un amante de la comida. Basado en su blog de Le Monde, el diario recoge algunos de los gustos, recetas y experiencias de Guillaume Long. Este gastrónomo consigue, a través de diferentes historias y con unos preciosos dibujos, que quien lo lea pase un buen rato (mientas le rujen las tripas) y acabe con ganas de meterse en la cocina a poner en práctica algo de lo aprendido. Muy entretenido y con grandes guías de supervivencia y consejos.