Risotto-party de día gris

“Era un día lluvioso. Llegaron con la cesta de verduras acelgas, zanahorias, ajetes frescos y cebolletas a la cocina, y andaban más perdidos que un pulpo en un garaje sin saber dónde meterse . Mientras, un calabacín triste y solo suspiraba en la nevera. A lo lejos, en el congelador, unas gambas que habían sobrado de la clase de cocina, más tiesas que la mojama, se aburrían con sus frívolas conversaciones. Por otro lado, un caldo de puerros sabrosón estaba en su salsa pero un poco solo, así que decidió juntar a sus aburridos amigos en una fiesta arrocera para entrar en calor. El caldo sabrosón enseguida los puso a bailar y el risotto fue un éxito.”

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O cómo preparar un arroz con lo que se tiene por la cocina…

Ingredientes

En principio para este plato harán falta (4 personas):

  • 4-5 ajetes frescos
  • Un calabacín grande
  • 28 gambas (a poder ser frescas)
  • Arroz bomba (o redondo o especial para risotto)
  • Caldo de puerros (o calabaza)
  • Mantequilla
  • Queso rallado
  • Un poco de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen (aprox. 4 cucharadas)

En realidad las cantidades se pueden adaptar a lo que tengamos en la cocina. La cantidad de ajetes puede variar según el gusto además. En este caso, con 3 para freir y 2 para decorar hay de sobra (tienen que gustarte los ajetes), si se quiere poner menos (o más) se puede. Lo importante es dejar un poco para decorar. Por otro lado, el caldo de puerros es de lo que sobró el otro día de hacer una crema de puerros (siempre pongo más líquido para guardarlo y usarlo en otros platos), pero puede ser de lo que sobre de hacer otro puré o crema, o un caldo de pescado que se tenga por ahí. El queso a usar, idealmente sería parmesano rallado, pero con cualquier queso rallado vale también. Por último, en este caso se han empleado dos vasos de nocilla (es decir, dos vasos de volumen 100 ml) llenos casi hasta el borde de arroz (lo que son unos 280 g de arroz).

Preparación

La preparación es sencilla. Se cortan los ajetes en pequeños trocitos y se ponen a freir en aceite en una cazuela, dorándolos un poquito. Seguidamente, se añade el calabacín que habremos cortado previamente en cubitos pequeños. Se tiene todo unos minutos a fuego fuerte para que coja color, sin quemarlo. Entonces se añaden las gambas, que también se fríen un ratito hasta que dejen de ser transparentes. Se aparta del fuego la cazuela y se incorpora el arroz, al que se le dan unas vueltas para mezclar bien todo. Se vuelve a poner al fuego y se añade un chorrete de vino blanco. Se deja que el alcochol se evapore y se añaden 4 vasos, de los usados para el arroz, de caldo. Se pone a fuego medio-fuerte y se deja 10 minutos. Pasado ese tiempo se añadirán entre un vaso y dos de caldo (o agua, pero siempre será mejor caldo) y se dejará a fuego suave 5 minutos más (debe quedar caldoso, por eso la cantidad a añadir variará). Cuando pase ese tiempo, se deja reposar 5 minutos tapado con un trapo (limpio). Por último, se añaden la mantequilla y el queso hasta que la textura del arroz sea cremosa. Se corta el tallo de uno o dos ajetes en diagonal y se usan para decorar.

Y con este risotto, el día gris será un poco mejor 😉