Come Lola come: Berlín (IV)

En este tercer día en Berlín llegamos al punto álgido del viaje: el auténtico “cebatín”, una bacanal, la gran comilona. Claro, con tanto comer “sólo” vimos dos barrios, Kreutzberg y Treptow, pero descubrimos más de un tesoro (y no sólo gastronómico). Empezamos el día, como no, con un buen desayuno con dulces y salados y mucho café.

Mercado turco, Cosmonautas y Burguermeister

Kreutzberg

sofiaPara recorrer el barrio de Kreutzberg, seguimos la guía de Lonely Planet: Berlín itinerarios que nos habían prestado y que en más de una ocasión nos vino muy bien para visitar lugares menos turísticos. Al ser martes, fuimos temprano al mercado turco de Maybachufer, que está todos los martes y viernes hasta las 6:30 de la tarde. cosmonautaLa verdad es que igual madrugamos demasiado, porque llegamos y lo estaban montando y cuando nos fuimos aun no habían abierto todos los puestos. Pero en fin, merece la pena ir a comprar especias (hay montones de tipos diferentes de curry por ejemplo) a buen precio y degustar dulces y platos turcos. Además hay frutas y verduras y telas de muchos colores. Después de hacernos con un buen alijo de especias (que hicieron que los bolsos olieran a comida todo el día) fuimos hacia el norte y empezamos a recorrer el barrio: pasamos por la pintura de El Cosmonauta y seguimos andando hasta que decidimos que necesitábamos parar a por gasolina. burguermeisterFuimos a uno de los bares que la guía comentaba, el Sofia “un café-bar muy acogedor, más bien hippie o kitsch, segun cómo se mire”. Ciertamente era un poco de todo eso, y, como no servían cervezas a esa hora (media mañana), pedimos más café y unos croissants. Seguimos andando y pasamos por varios sitios para comer que había visto en internet (Miss Saigon, Hühnerhaus,…) y como también había montones de pastelerías no lo aguantamos más burguermeister_cartay compramos varias cosas para almorzar, merendar o lo que fuera: un nussknacker (literalmente “cascanueces”, galleta redonda con toffee por encima, avellanas enteras encima y bañado parcialmente en chocolate), un pastel de almendra tipo polvorón con forma de C y bañado en chocolate, un trozo de bizcocho relleno de trufa y bañado en chocolate también y un bollo (sin chocolate). Impresionantes. Estos pasteles fueron cayendo a lo largo del día, en los muy escasos momentos en los que no estuvimos comiendo otra cosa. Acabábamos de salir con nuestros bollos y nos encontramos de morros con el Burguermeister, que había oído que daba unas hamburguesas estupendas. No era hora de comer, pero decidimos que como almuerzo era aceptable (qué bien nos autoconvencemos) y allí fuimos. No te puedes sentar, pero al menos estás caliente porque está cubierto. Pedimos “cheeseburguer” y “bar-b-q-burguer”, unas con queso y otras con bacon y salsa barbacoa (porque eran “ligeritas”). Después del almuerzo seguimos andando, mucho más felices.

Tesoros inmensos (unos ocultos y otros no tanto)

Zonas Treptow y Tempelhof

los gemelos

Para bajar el almuerzo, seguimos andando en dirección a Treptower Park, donde al parecer había un monumento soviético apenas anunciado.

De camino, vimos la pintura de Los Gemelos y nos topamos con un río completamente congelado (intentamos tirar piedras y romper la superficie, cosa que sólo se lograba tirando con MUCHA fuerza…vaya frío). piramide partidaAsí, llegamos al parque y nos desviamos hacia el monumento dedicado al Ejército Rojo. Llegamos a un arco y lo traspasamos. Sé que las construcciones soviéticas no son conocidas precisamente por ser pequeñas, pero lo que nos íbamos a encontrar superó con creces todo lo que pudiera esperarme. soldado1Al pasar el primer arco se veía una estatua de una mujer llorando a sus hijos caídos en la lucha, bastante grande, al fondo de un paseo. Yo, ilusa, pensé que eso sería todo el monumento (un arco, una estatua… bien) pero al llegar a la estatua giramos la cabeza hacia nuestra izquierda y se nos abrieron las bocas hasta tocar casi el esternón. Era i-m-p-r-e-s-i-o-n-a-n-t-e. Una especie de pirámide roja inmensa, partida en dos, con dos soldados arrodillados delante de cada uno franqueaban el paseo que se iniciaba y subía desde aquella plaza.

Pero eso no era todo. sarcofagosovietAl fondo se veía otra estatua, cuyo tamaño sólo se hacía evidente al llegar al centro de la pirámide partida. Entonces otro jardín abajo, rodeado de sarcófagos blancos (que al parecer guardaban los cadáveres de 7000 soldados), conducía a la descomunal estatua construída sobre una colina que representaba a un soldado soviético pisando varias cruces gamadas y que sostenía a un niño en un brazo y una espada en el otro. Realmente sobrecogedor. ¡Y apenas hablaban de él en las guías! monumentsovietY por otro lado le daban tanto bombo al decepcinante Check Point Charlie…no entendía nada. Al avanzar por entre los sarcófagos blancos, vimos como a los lados se representaban escenas de la guerra, y en las caras que daban al frente había citas de Stalin. Anduvimos por la zona un rato, y la verdad es que el sitio merece una visita porque, además de lo impresionante del monumento en sí, el lugar es bien bonito. WOW.

Salimos de allí pensando que habíamos encontrado un tesoro muy bien escondido. Y desde aquí comenzamos la tarde de los “monumentos descomunales”. Desde allí cogimos un tren y nos acercamos al aeropuerto de Tempelhof.  Ya desde el tren se veía que era grande, pero al bajar y entrar comprobamos cómo este aeropuerto tempelhofconstruído por Hitler se había reconvertido en un parque donde la gente hacía “snow” con parapentes pequeños y volaba cometas (y por poder, podría haber volado naves espaciales porque era gigantesco). Coincidió que estabamos muy cerca de Mustafas Gemuse, “el mejor kebab callejero de Berlín” (recomiendo ver la página que, aunque está en alemán, no tiene desperdicio 😉 ) y, aunque era media tarde, de nuevo creímos que merendar un buen kebab era más que razonable. Y aquí encontramos nuestro tesoro gastronómico. tempelhof2En el puesto había una cola bastante grande, pero pensamos que pasaría rápido. La verdad fue que esperamos casi 1 hora a que nos pusieran dos durum del tamaño de dos bazocas que comimos en el bar de al lado (VOGT´S) donde, amablemente, nos dejaron degustar los deliciosísimos tubos de carne con cebolla, champiñones, queso, pimientos, calabacín, tomate, lechuga, picante… Más tarde descubrimos que “gemuse” significa verdura y entonces entendimos todo. Lo que pedimos era “All-In” (sugerente nombre de guarrindongada). WOW. Lamento decir que de estas delicias no hay foto, pero la gula pudo más que el afán divulgativo. También comentar que al lado de Mustafa Gemuse se encuentra Curry 36, donde también había una buena cola y que debe ser uno de los mejores lugares para comer currywurst.

Y ya de noche… “sopita” para descansar un poco

Brunnenstrasse, zona límite Mitte y Prenzlauer Berg

Una buena maratón, con lo cual al anochecer estábamos cansados y pensamos en cenar algo cerca de casa. Dimos muchas vueltas, y al final justo debajo de casa había un sitio pequeñito al que no habíamos prestado atención (¡error!) antes: Joris. Era un local pequeñito y muy acogedor, con materiales de madera y otros reciclados mezclados con colores claros, se estaba muy agusto (y encima estábamso solos). Había un mostrador con verduras e ingredientes para echar en las patatas asadas (la especialidad al parecer) y las ensaladas. Como hacía frío preferíamos tomar algo calentito y desgraciadamente patatas no había, así que elegimos sopa (¡acierto!). Había dos tipos de sopa: gulash y sopa de remolacha.

El gulash estaba muy rico, es mas un guiso que una sopa, con trocitos pequeños de carne en una salsa de verduras especiadas. Y la sopa de remolacha, que tenía patata, cebolla y remolacha (creo) con un chorrete de nata en medio, era una cosa exquisita. Y enorme. Las sirvieron en unos tarros de cristal, así que nuestra cena ligera fue el broche de la perfecta bacanal. A partir de aquí, empachados.

NOTA

En este post hay una falta notable de fotos de comida y alimentos, y eso significa una cosa: todo lo que comimos aquel día estaba tan sumamente bueno, que se me olvidó por completo sacar fotos. Mejor recomendación no puedo hacer 😉 En el caso de la especias, es porque tengo una obsesión loca por adquirirlas, con lo cual me pasé media hora eligiendo y para cuando acabé había muchas caras hostiles mirándome… así que no hubo tiempo de fotografiar el puesto. Para compensar, estas son:

especiasturcas

Madras curry, especias para espaguetti y tandoori